El 23 de noviembre de 1800, la aristocracia de Barcelona, le ofreció un regio agasajo al conocido naturista alemán Alejandro de Humboldt, quien visitaba a nuestra ciudad para realizar algunos estudios de astronomía y coordenadas geográficas en el Morro de la Magdalena.
Fue recibido con grandes honores, presidido por don Gaspar de Cagigal, último gobernador del gobierno español, estaba acompañado por su ayudante oficial, Francisco Tomás Morales, quien vivió algunos años en Barcelona, en el sector Palotal, donde contrajo matrimonio con la barcelonesa Josefa Bermúdez.
Fue Morales un comerciante que se dedicó a la pulpería en la población de Píritu. Posteriormente se convirtió en uno de los militares realistas más sanguinario, ocupando la segunda jefatura de José Tomas Boves y verdugo de los patriotas que se inmolaron por nuestra independencia.
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