En 1748 fue emprendida la
construcción de la iglesia catedral de Barcelona, bajo la supervisión del
alarife José Samaniego Duque. En 1768 fueron retomados los trabajos bajo la
supervisión de Esteban de Michelena y Francisco Martiarena. Allí participaron
indios de San Bernardino, Curataquiche, Píritu y El Pilar.
Para la adquisición de
material el Rey Carlos III, hizo cuatro remesas de 9 mil pesos cada uno, aparte
de las limosnas de la feligresía. En 1772 se realizó el techado con la
colocación de 23 mil 500 tejas, compradas a 17 pesos el millar, 12 mil 200
ladrillos catalanes cubrieron el piso interior y 1 mil 900 para los alares. También
se utilizaron 876 tablas de madera rosada, traída de las montañas aledañas a Barcelona.
Asimismo, se usaron 48
pernos en los tirantes, 1 mil 648 clavos grandes en las alfardas y 8 mil 923
clavos corrientes. En el piso se colocaron 340 lozas de mármol. Construyéndose
el primer monumento en la Capilla Mayor en 1773, trabajo realizado por Francisco
Guevara, fundador de la Cofradía del santísimo Sacramento.
