viernes, 6 de enero de 2023

Población en la Villa de Barcelona

La población de la Villa de Barcelona, a comienzos de su fundación, estuvo poblada de blancos peninsulares, criollos, hijos de castellanos, extremeños, andaluces, navarros, catalanes, asturianos y vascos. Apenas habían 300 esclavos negros, algunos indios jornaleros y comerciantes que contrabandeaban con corambes, ganado, cebo, cacao, casabe añil y sal. La moneda que circulaba era el peso macuquino, mientras que la producción de aguardiente lo administraba directamente la corona española.


Calles de Barcelona en el siglo 18

Para finales del siglo 18, Barcelona era una ciudad tranquila. La Iglesia San Cristóbal se había terminado de construir, incluyendo la plaza Mayor. Alrededor de ella se encuentra la casa del Ayuntamiento. Asimismo, las casas de las familias García de Urbaneja y Freites de Guevara, ubicadas en la calle San Cristóbal (hoy Juncal). En la calle Santa Eulalia (Bolívar), haciendo esquina con la calle San Carlos, la residencia de Doña Ana Celerina Castro de Martínez de Campo. Allí, en el oratorio que había mandado a construir, las misas eran celebradas por el sacerdote Fernando del Bastardo y Loayza, quien era primo de doña Ana Celerina. También en la calle Santa Eulalia estuvo ubicada la casa de Pedro Lavié y su esposa Lucía Hernández. Allí posteriormente se construyó la sede del Banco de Venezuela. En la residencia de Lavié se hospedaron Humboldt y Bompland en 1800. También estuvo escondido José María España, luego del fracaso revolucionario de La Guaira en 1797. En la calle Santa Teresa residía el Padre del Bastardo y Loayza.

Barcelona tercer cuarto siglo 18

En el tercer cuarto del siglo 18, Barcelona contaba con 3762 habitantes, tal como lo cuenta el Padre Fernando del Bastardo y Loayza en su obra Noticias Historiales de Nueva Barcelona. Las creencias religiosas de la época conllevaban a la adoración de la Virgen del Totumo. Su clima cálido y húmedo que se intensificada en tiempos de lluvia, hacía que la ciudad presentara la mayor cantidad de problemas de salud en la población. La actividad comercial se centraba en la exportación de cecina y casabe hacia algunas islas del Caribe, especialmente Cuba.

Naricual elemento geoterritorial

 

Por su condición muy antigua, la fundación de la población de Naricual se sitúa en el año 1685. Pero, el señalamiento de Naricual como elemento geoterritorial es cuando se descubre como yacimiento carbonífero. Este hecho ocurrido en 1848, da cuenta que fue descubierta la beta de carbón que se encontraba en la quebrada de Naricual. Luego de este descubrimiento, el General José Tadeo Monagas, presidente de Venezuela, adquirió el derecho a la propiedad de estos terrenos, los cuales compró a Ursula Suárez. Posteriormente en 1850, el inglés Alfonso Ride, a través de José Gregorio Monagas, contrata la explotación de estas minas.  A raíz de esta etapa es que comienza el crecimiento de Naricual como población.

Ecce Homo tradición religiosa de la Barcelona colonial

La tradición religiosa de la Barcelona colonial cuenta que la imagen de Ecce Homo fue encontrada en 1746 por Juan José Martínez y su hijo Tomás, en la horqueta de un árbol de olivo en las inmediaciones de la laguna de Apaicuar, sitio donde ocurrió la primera fundación de Barcelona en 1585. La imagen fue trasladada a la iglesia parroquial de Santa Eulalia, siendo colocada en la parte superior del altar mayor. Su veneración y posterior procesión se realiza desde 1766, cada miércoles santo.

Fundación del Hospicio de San Francisco

El 20 de mayo de 1702, el Rey de España Carlos II autorizó la fundación del Hospicio de San Francisco de Padres Misioneros de Píritu en Barcelona, conocida como la Casa Fuerte. Para lograr tal objetivo, el cabildo de la época autorizó un terreno de 140 varas en cuadro. Comenzándose a construir en 1746 la primera pieza que fue una capilla con frente a la plaza con dos confesionarios y un púlpito. En 1775, fue consagrada por Monseñor Mariano Martí.

Ana Celerina de Castro sepultada en la Catedral

El primero de noviembre de 1773, Fray Manuel Giménez Pérez, obispo de Puerto Rico, autorizó la solicitud de doña Ana Celerina de Castro que a la ahora de su fallecimiento fuera sepultada en la catedral de Barcelona, junto con su difunto esposo, coronel Diego Bernardo Martínez de Campos. Su nicho estaba ubicado en el primer tramo de la nave mayor de la catedral, frente a la campana del Santísimo Sacramento. La solicitud se concedió por ser benefactora de dicha sede parroquial.

Ermita del Valle de Bergantín en honor a la Virgen del Socorro

 El 15 de marzo de 1759 es puesta en servicio la ermita del Valle de Bergantín, la cual fue fabricada bajo su propio dinero por don Miguel Sifontes de Valdivieso, sacristán mayor de dicha parroquia. La construcción se realizó en la hacienda de trapiche Cañaveral, propiedad de Sifontes de Valdivieso, y cercana a su casa de habitación techada de palma, paredes de bahareque, mesa de altar y ornato muy humilde. Fue consagrada por el Presbítero Fernando del Bastardo y Loayza, párroco de la iglesia de Santa Eulalia (hoy catedral de Barcelona). Esta iglesia fue consagrada en honor a la Virgen del Socorro.


Real Compañía de Comercio de Barcelona

En 1766 se estableció en esta ciudad la Real Compañía de Comercio de Barcelona, la cual en septiembre de cada año realizaba una misa solemne en honor a la Virgen de Monserrat, patrona de Cataluña y de la mencionada compañía.

Altar mayor de la Catedral de Barcelona

La iglesia catedral de Barcelona fue la primera consagrada en tierra firme. Solo en América estaba bendecida la catedral de Santo Domingo. Su consagración se realizó el 10 de octubre de 1773, por Fray Manuel Giménez Pérez, obispo de San Juan de Puerto Rico, en honor a Santa Eulalia de Barcelona.

El altar mayor de dicha iglesia estaba conformado por un frontal de madera dorada, la cual fue donada por doña Ana Celerina de Castro.

Bendición primera piedra Casa Fuerte

En 1802, se bendijo la primera piedra de la iglesia que formaría parte del Convento de San Francisco o Casa Fuerte para el uso del Real Colegio de Propaganda Fide, cuya responsabilidad estuvo a cargo de Fray Joaquín Vásquez. Por ello, el curato quedó dividido en dos sacerdotes, quedando partida la feligresía de la ciudad